Instituto de Oftalmología y Ciencias Visuales - Oftalmólogo Nuevo León

Glosario e infomación General

EL QUERATOCONO

El Queratocono y sus tratamientos

 El queratocono es una enfermedad bilateral de la córnea, caracterizada por un grosor y curvatura anormales que resultan en un deterioro de la capacidad visual.

¿Qué es el queratocono? ¿Cómo se ve afectada nuestra visión con este padecimiento?

El queratocono (del griego, keras “cuerno, córnea” y konus “cono”) está definido como una enfermedad bilateral de la córnea caracterizada por una distribución anormal del grosor corneal, una tendencia al adelgazamiento progresivo y anormalidades en la elevación corneal posterior, sin que exista evidencia clínica aparente de inflamación. Los cambios estructurales resultado del adelgazamiento progresivo de la córnea, son consistentes de un aumento en la curvatura anterior de la misma (lo que deriva en la forma cónica de la córnea), generación de un astigmatismo irregular (irregularidad de la superficie) y miopía, con la disminución consecuente de la capacidad visual. 

¿Qué factores influyen en este padecimiento?

Es considerada como una enfermedad multifactorial en las que intervienen elementos ambientales, biomecánicos, genéticos y bioquímicos.  Algunos factores ambientales que se han reconocido como factores de riesgo para el queratocono (aunque la contribución relativa de cada uno de ellos a la enfermedad es desconocida) son la exposición a la luz ultravioleta, atopia (forma severa de alergia) sistémica y el tallado o frotado de ojos. Específicamente el tallado de ojos, ha sido descrito y reconocido como un factor de riesgo para el queratocono, asociándose incluso a la expresión asimétrica de la enfermedad en casos donde los pacientes se frotan o tallan de forma habitual el ojo afectado.       

¿Qué síntomas se presentan? ¿Qué exámenes existen para su detección?

Los síntomas visuales son muy variables y dependen del grado de severidad y de la progresión de la enfermedad.  El inicio de la enfermedad usualmente ocurre en la segunda década de la vida, aunque en algunos casos se ha descrito su desarrollo durante la adultez temprana.  De manera prematura, el queratocono puede ser asintomático y solamente detectado por el oftalmólogo por la irregularidad sutil en el reflejo rojo al momento de la refracción o por la incapacidad del paciente de llegar a corregir al 100% (20/20 en escala visual de Snellen).  Estos hallazgos clínicos a la exploración, así como los sistemas de topografía y tomografía corneal que permiten el análisis objetivo de la biometría corneal (radios de curvatura anterior y posterior, mapas de elevación anterior y posterior, mapas paquimétricos) y la incorporación de softwares para la detección temprana de queratocono, han permitido el diagnóstico más temprano y oportuno de la enfermedad.  En estadios más severos, existe una distorsión de la visión a expensas de un aumento del componente irregular del astigmatismo, que culmina en una pérdida severa de la visión no corregida y mejor corregida.

¿Qué alternativas existen para su tratamiento?

El tratamiento del queratocono se establece enfocado en dos principios terapéuticos, corrección de la visión (manejo no quirúrgico y manejo quirúrgico) y limitar la progresión de la patología mejorando la biomecánica corneal.  El abordaje inicial de la corrección de la visión dependerá del estadio y grado de severidad de la enfermedad.  En los estadios muy tempranos de la enfermedad la agudeza visual puede ser corregida hasta 20/40 o mejor con refracción aérea, los anteojos comunes pueden ser una buena opción. Sin embargo, la progresión del queratocono va está asociada a una mayor irregularidad en la superficie corneal (condicionando así un astigmatismo irregular) cuya corrección óptica no es posible con lentes aéreos, si no con el uso de lentes de contacto rígidos gas permeables. Los lentes de contacto esclerales o semi-esclerales también han demostrado resultados satisfactorios visuales y funcionales (incluso en superficies corneales con irregularidad muy severa) tanto que, mientras no exista compromiso de la transparencia corneal (cicatriz), el lente de contacto escleral permite lograr mejoría muy significativa en la agudeza visual en el 90% de los pacientes con queratocono avanzado brindando incluso una mayor comodidad en el uso que los lentes de contacto rígidos tradicionales.

Los segmentos de anillos corneales intraestromales, son la opción para pacientes con grados de irregularidad muy severa de la superficie corneal incapaces de tolerar el lente de contacto. La evidencia es concluyente sobre su éxito terapéutico en la corrección visual y refractiva del paciente.

En estadios avanzados en donde existe pérdida de la transparencia corneal o donde el paciente no logre una corrección visual satisfactoria debido a la severidad de la irregularidad de la superficie corneal, el trasplante de córnea es la opción terapéutica definitiva.

Actualmente el crosslinking es la única opción terapéutica para disminuir o limitar progresión del queratocono, y este tratamiento debe de realizarse en TODO paciente con evidencia de progresión topográfica o refractiva de la enfermedad.

¿Cómo podemos prevenirlo?

La meta en el tratamiento del queratocono ha cambiado radicalmente en los últimos 10 años, de aquella donde se pretendía únicamente mejorar la calidad visual del paciente hacia la prevención de la progresión de la enfermedad.  La asociación entre la atopia y el tallado o frotamiento ocular con la progresión del queratocono ha demostrado ser una constante en diferentes estudios.  La evidencia de liberación de mediadores inflamatorios como consecuencia del microtrauma epitelial por el frotamiento ocular ha condicionado un cambio en la definición del queratocono, entendiendo ahora a este al menos en parte, como una condición inflamatoria. Un enfoque conservador inicial en el manejo del queratocono es la indicación de evitar el frotamiento o tallado ocular y el uso de agentes tópicos como estabilizadores de mastocitos, antihistamínicos y lubricantes oftálmicos sin conservadores según la sintomatología.

Finalmente

La detección y diagnóstico a temprana edad del queratocono es imprescindible para disminuir la probabilidad de complicaciones visuales que generen un deterioro en la calidad de vida del paciente y que necesiten de un tratamiento quirúrgico con un alto costo de comorbilidad ocular y económico para el paciente.  El tratamiento con crosslinking corneal ha demostrado ser seguro y eficaz en disminuir y en algunos casos detener la progresión del queratocono, a tal grado que este tratamiento puede representar una gran oportunidad para evitar complicaciones visuales y tratamientos futuros en pacientes con queratocono progresivo.

Jerome Zimmerman