Instituto de Oftalmología y Ciencias Visuales - Oftalmólogo Nuevo León

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CATARATAS EN BEBÉS Y NIÑOS

Cataratas: no sólo ocurren en adultos

Las cataratas congénitas son un problema que se presenta en recién nacidos que pueden afectar gravemente el desarrollo visual del niño, llevando incluso a una pérdida severa e irreversible de la visión si no existe diagnóstico y tratamiento oportuno. Una catarata es cualquier opacidad del cristalino (un lente que tenemos dentro del ojo y que en condiciones normales es transparente). Cuando existen cataratas, el cristalino del ojo se encuentra opaco lo que impide que la luz llegue de manera adecuada hacia la retina ( la parte posterior del ojo donde la luz se trasforma en una señal electrica que se envía al cerebro para que podamos ver). Esta condición se presenta aproximadamente en 3 de cada 10,000 niños.

Evidentemente un bebé no puede expresar que no puede ver bien. Es por esto que tanto el pediatra en sus evaluaciones de control, como la familia inmediata, son factores clave para el diagnóstico temprano. Si existe sospecha, lo mejor es acudir con un especialista, un oftalmólogo pediatra, quien tiene el conocimiento y experiencia necesarios para esta situación.

¿A qué debe prestarse atención en el ojo de un recién nacido?

Las cataratas congénitas se deben sospechar cuando se observe:

  • Puntos o manchas blancas o grises en el centro de ojo, a nivel de la pupila que normalmente se ve negra.

  • Cuando el pediatra observe ausencia de “reflejo rojo” normalmente presente desde el nacimiento.

  • Se crea que el bebé “no ve bien” es decir no fija ni sigue con la mirada la cara de los padres o algún objeto cercano en movimiento. No parezca tener contacto visual.

  • Cuando los ojos presenten un movimiento anormal como si bailaran de forma muy rápida conocido como nistagmus.

 

Si la detección no se hace de manera oportuna, el niño puede también presentar estrabismo como consecuencia de la carencia visual del ojo que tiene la catarata, o en ambos.

Hay muchos tipos de cataratas, no todas requieren de cirugía. Si las cataratas son pequeñas, posiblemente el paciente no requiera cirugía en estos casos se da seguimiento mediante evaluaciones oftalmológicas periódicas. Si son más grandes es decir no dejan pasar luz a la retina, es posible que el tratamiento incluya retirar la catarata mediante cirugía + uso de lentes de contacto, gafas o colocación de un lente intraocular dependiendo cada caso. En niños que requieren cirugía es recomendable realizarla tan pronto sea seguro, idealmente antes de los 2 meses de edad en caso de ser congénita. Es posible que el médico desee investigar si este padecimiento está relacionado con algún trastorno genético o infeccioso y si existe alguna sospecha, podría solicitar exámenes o valoraciones complementarias para determinarlo. 

Si un bebé o niño pequeño parece ignorar las cosas u objetos alrededor suyo, notan algo anormal en su comportamiento visual, se recomienda un examen de la vista a cargo de un oftalmólogo pediatra.

En cualquier caso, se recomienda que desde el nacimiento, tanto padres de familia como pediatra o médico de atención primaria del niño estén al tanto del desarrollo del sentido de la vista, con revisiones y exámenes adecuados para la edad del paciente.

Jerome Zimmerman